Ya son médicos, pero todavía no son especialistas. No son estudiantes, pero aún tienen mucho que aprender. Hay ciertas decisiones que no deben tomar solos, pero han de asumir demasiada responsabilidad. No residen en el hospital, pero casi? Han dejado atrás seis años de carrera y un durísimo examen, y tienen por delante cuatro o cinco años más de aprendizaje. Son los MIR, los médicos internos residentes: mitad médicos, mitad estudiantes.
María Valerio ha entrevistado a decenas de ellos para contarnos con gracia y amenidad las tribulaciones de estos médicos que sueñan con llegar a ser oncólogos, cirujanos, cardiólogos, pediatras? en un libro trufado de divertidas anécdotas que harán sonreír a todos aquellos que sean residentes, lo quieran llegar a ser, lo hayan sido o los hayan «sufrido» como pacientes.