En estas páginas maravillosamente escritas, los fragmentos biográficos y los detalles técnicos se mezclan con elucubraciones sobre la danza, intuiciones sobre la fotografía y reflexiones sobre la poesía para conformar un homenaje al «dibujante más inteligente, más reflexivo, más exigente, más empecinado del mundo». Pocos libros han captado tan sentida y tan vívidamente un intercambio creativo como Degas danza dibujo. En él hallamos los imaginativos saltos de una generación a otra, el enfrentamiento entre la precaución y la libre invención, el encuentro de la palabra y la imagen, pero, sobre todo, los rastros de un diálogo productivo entre dos de las más refinadas mentes de la época, una evidencia del hermanamiento entre el arte y la más elevada inteligencia.