El Nueva York de la segunda mitad del xix empieza a ser la ciudad de los prodigios: en ebullición y atenta a todo lo que pasa en el mundo. Eugene Schieffelin, miembro de una familia recién llegada a la ciudad que ha hecho fortuna, se consagra a sus aficiones cultas y estrafalarias; una de las cuales entusiasma a la gente acomodada, la ornitología. En su círculo hay una célebre cronista social que se ha propuesto dar la vuelta al mundo, un inmigrante de origen asturiano que quiere seguirla, además de un grupo de amantes de Shakespeare, que se proponen introducir en América el estornino, sin sospechar que un siglo y medio más tarde se convertirá en un problema de dimensiones colosales. Una novela mágica y naturalista que sintoniza con la locura por los pájaros que ha invadido todas las librerías de Occidente.