El compromiso entre el brillante y prometedor abogado Newland Archer y la dulce May Welland sufre una conmoción con la llegada a Nueva York de la condesa Ellen Olenska, una atractiva y chispeante mujer que aterriza en la ciudad procedente de la tumultuosa Europa del último tercio del siglo XIX. Olenska hace tambalear el convencional futuro de los jóvenes prometidos, a los que esperaba un matrimonio construido según los cánones de la Manhattan de la década de 1870, y los enfrenta con la promesa de un porvenir en el que la pasión no está vetada.